Las rabietas son comportamientos de cólera mediante los que el niño manifiesta su incapacidad para obtener algo que desea.
Los padres no deben asustarse ni ceder ante una rabieta. Deben saber que son conductas normales en el desarrollo del niño de 1-3 años y la tendencia es que desaparezcan estas conductas hacía los 4 años. Muchas veces los padres se desesperan y no saben cómo actuar. Algunos consejos son:
- Intentar evitar situaciones frustrantes o que propicien la aparición de rabietas.
- En determinadas ocasiones dejar elegir a los niños. Por ejemplo: ¿quieres ponerte el abrigo azul o el rojo?
- Anticipar la respuesta ante una determinada acción en lugar de zanjar inmediatamente la acción que esté realizando en ese momento.
- Tener en cuenta el temperamento o carácter del niño para limitar las frustraciones. No es lo mismo que el niño sea inquieto y necesite salir a la calle para correr, etc. que el niño tenga un carácter tranquilo y se entretenga jugando en casa.
- Fijar unas normas o reglas coherentes y estables para que de esta manera el niño conozca sus límites y las normas en casa.
Por último, aclarar a los padres que no atender una rabieta no significa que se rechace al niño o no se le muestre amor, simplemente se trata de retirar la atención y ofrecerla cuando se comporte de manera adecuada. Poco a poco, y manteniendo esta actitud por parte de los padres, estos comportamientos desaparecerán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario