La familia es el núcleo y el principal agente socializador de los niños y las niñas pero a su vez es donde más se puede fomentar o influir en roles o estereotipos tradicionales respecto al papel tradicional asignado al hombre y a la mujer. Las familias deben tener en cuenta una serie de orientaciones para educar de manera igualitaria a niños y niñas:
1. Predicar con el ejemplo: Es importante que se vea en la familia que el padre o la madre realizan cualquier tarea doméstica. Es aconsejable que toda la familia participe en el reparto de tareas.
2. Valorar a la persona: Hay que hablar con los hijos de lo importante que es respetar a la persona como tal y que la riqueza de las personas nunca vendrá determinada por su condición sexual.
3. “Los chicos no lloran”: La expresión de los sentimientos es una cuestión de personalidad, independientemente de que se trate de un niño/ hombre o una niña/ mujer.
4. Evitar el lenguaje sexista.
5. Gustos o intereses personales: La familia debe fomentar los gustos, intereses, las prácticas de actividades sin hacer distinciones en cuanto al sexo.
6. Medios de comunicación: Es aconsejable que la familia se siente junto a sus hijos para ver la televisión. Algunos anuncios publicitarios suelen encasillar al hombre y a la mujer en los roles asignados tradicionalmente. Los padres y educadores deben fomentar una actitud crítica y responsable a la hora de ver televisión.
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