Hace tiempo que nadie duda que la televisión se ha convertido en casi un miembro más de los hogares; comemos, cenamos y hablamos ante ella y sin darnos cuenta, está más presente en nuestra vida de lo que pensamos, creándonos una cierta dependencia hacia esta forma de entretenimiento pasiva y monótona.
Psicólogos y educadores recomiendan apagar la tele a la hora de comer, cenar o contar acontecimientos importantes para la familia. Hay que aprovechar estos momento para hablar con los hijos sobre lo que nos preocupa o de aquello que nos apetece compartir con ellos.
La familia y la escuela no debe ser pasiva ante este acontecimiento y se deben tomar medidas para fomentar en los niños y jóvenes una visión crítica y constructiva de la televisión. Algunas recomendaciones a tener en cuenta en el ámbito familiar son:
-Regular el tiempo que los niños ven la televisión.
-No recurrir a la televisión como niñera o para entretener a los niños.
-No utilizar la televisión como premio o castigo ante una determinada conducta.
-Hacerles diferenciar lo que es la realidad y lo que es la ficción.
-Controlar que vean programas adecuados a su edad.
-Compartir momentos con los hijos y ofrecerles actividades de ocio alternativas a la televisión.
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