A veces la tarea de ser padres se nos hace un poco dura, sobre todo a la hora fijar límites o normas para educar a nuestros hijos/as. Según el psicólogo Charles E. Schaefer algunas orientaciones para establecer límites son las siguientes:
1.Ser firmes en nuestras decisiones.
2.Ser objetivos. Los límites deben estar bien especificados para que los niños/as los entiendan.
3.Ofrecer opciones o alternativas. Podemos dar a nuestros hijos/as una oportunidad limitada para decidir de qué manera cumplir órdenes, esto ayudará a que el niño/a se sienta más libre y más responsable reduciendo las resistencias.
4.Acentuar lo positivo. El niño prefiere antes que le digan lo que debe de hacer (ej. hablar con tono de voz bajo) a que se le imponga una negativa (ej. no grites). Los padres autoritarios utilizan el "no" para dar órdenes mientras que los demás están propensos a aplicar el orden con el "hacer".
5.Mantenerse al margen. Una buena estrategia es aplicar una norma de forma impersonal. Por ejemplo, podemos decir: Vete a la cama o decir (de forma impersonal), "Son las 21h, hora de irte a la cama" señalando el reloj.
6.Explicar el sentido de las normas o el porqué.
7.Ser inflexible en una rutina o norma. Es importante mantener la norma a lo largo del tiempo, es decir; si se ha establecido que el niño/a se tiene que ir a la cama a las 21h, aplicar esta regla siempre y no cambiar los horarios de forma continua.
8.Hacer ver al niño/a que desapruebas la conducta y no a él/ella como persona. Es importante hacer ver a nuestros hijos/as que lo que desaprobamos es solo su comportamiento y no les rechazamos a ellos. Por ejemplo: "No muerdas" en lugar de "es que eres un niño muy malo, te estoy diciendo que no muerdas".
9.Controlar las emociones. Es importante mantener la calma para aplicar normas de disciplina, ya que no se puede enseñar nada desde el nerviosismo y la tensión. Lo mejor es intentar preguntar lo que ha originado el conflicto y explicarles las pautas para realizar buenas conductas.