martes, 11 de octubre de 2011

LOS BENEFICIOS DE CANTAR DURANTE EL EMBARAZO

 Si nos remontamos a las culturas más antiguas de la historia nos encontramos con que la práctica habitual de cantar durante el embarazo, era una buena costumbre, sobre todo en países africanos y asiáticos. Gracias a nuestra voz, podemos transmitir sensaciones, emociones, sentimientos y manifestar nuestro estado de ánimo. 
La música facilita la relajación de la futura mamá y establece un vínculo muy especial entre la madre y el hijo. Recientes estudios demuestran que el canto favorece el sistema nervioso del bebé que se está gestando, ayudándo de esta manera a que se desarrolle adecuadamente, relajándose y fortaleciendo dicho vínculo con la madre.
 Según la psicóloga Gabriella Bianco, cantar durante el embarazo resulta reconfortable, alivia tensiones y miedos y refuerza la confianza en la llegada del parto. Cuando la madre canta libera una gran cantidad de endorfinas, que contagian al bebé intrauterino produciendo alegría y placer para ambos.
El oído es el sentido más desarrollado de todos los demás antes de nacer. A partir de la semana veinte, el bebé empieza a escuchar la voz de su madre, capta la intención comunicativa y le responde con movimientos.
 La terapia musical sólo ofrece beneficios, ayuda a reducir y controlar el dolor durante el parto. Actualmente, podemos encontrar cursos en los que se les enseña a las futuras mamás a modular la voz con la función de poder relajar los músculos situados en el perineo. En dichos cursos se aprende a expresar a través de la música y el canto, las emociones que se sienten y saber compartirlas con las demás mamás y a aplicar la música durante el embarazo y en el momento del parto.

jueves, 7 de abril de 2011

Educar ante la Televisión


Hace tiempo que nadie duda que la televisión se ha convertido en casi un miembro más de los  hogares;  comemos, cenamos y hablamos ante ella y sin darnos cuenta, está más presente en nuestra vida de lo que pensamos,  creándonos una cierta dependencia hacia esta forma de entretenimiento pasiva y monótona. 

Psicólogos y educadores recomiendan apagar la tele a la hora de comer, cenar o contar acontecimientos importantes para la familia. Hay que aprovechar estos momento para hablar con los hijos sobre lo que nos preocupa o de aquello que nos apetece compartir con ellos.
La familia y la escuela no debe ser pasiva ante este acontecimiento y se deben tomar medidas para fomentar en los niños y jóvenes una visión crítica y constructiva de la televisión. Algunas recomendaciones a tener en cuenta en el ámbito familiar son:

-Regular el tiempo que los niños ven la televisión.
-No recurrir a la televisión como niñera o para entretener a los niños.
-No utilizar la televisión como premio o castigo ante una determinada conducta.
-Hacerles diferenciar lo que es la  realidad y lo que es  la ficción.
-Controlar que vean programas adecuados a su edad.
-Compartir momentos con los hijos y ofrecerles actividades de ocio alternativas a la televisión.

jueves, 31 de marzo de 2011

Premios y Castigos: cuando y como


En numerosas ocasiones los padres se ven desbordados ante ciertas conductas de sus hijos y desean castigarles para mostrarles su desacuerdo ante una determinada acción y en otras ocasiones quieren premiarles pero no saben la manera adecuada de hacerlo, planteándose  la siguiente pregunta: ¿Es aconsejable premiar o castigar a los hijos?

Es importante recordar a los padres que los hijos actúan imitando aquellas conductas que ven en su círculo más próximo, y sobre todo en la familia. Por ello, los padres deben ser ejemplo de aquello que prediquen a sus hijos ; tienen que ser  personas respetuosas, educadas y que sobretodo, aprendar a convivir con normas que todos los miembros de la familia deben cumplir. 

Es necesario que los padres intervengan ante aquellas conductas o comportamientos de los hijos que no consideren adecuados, haciéndoles ver lo que está mal de esa acción o comportamiento.

Los padres deben saber que los premios o castigos por sí mismos no son buenos ni malos, todo dependerá del uso que hagamos de ellos y de la funcionalidad que le otorguemos, cuestionándonos: ¿Qué es lo que queremos conseguir?

Los premios se utilizan para reforzar el buen comportamiento o conducta. Éste debe ser inmediato y que se corresponda con lo previamente acordado con el niño. Hay muchos tipos de premios, es mejor evitar aquellos premios basados en lo material y mostrar premios afectivos o que incentiven las buenas conductas como pueden ser: felicitaciones, un abrazo, una salida al parque,etc..

Los castigos se deben utilizar una vez que se agoten las posibilidades de diálogo con el hijo. No se deben utilizar frecuentemente, ya que el castigo no debe la única forma de solución ante una conducta inadecuada. Eso sí, los castigos se deben advertir con antelación y aplicar inmediatamente en el momento en que se produzca el mal comportamiento.

Como conclusión, es siempre recomendable el diálogo y la reflexión con los hijos y hacerles pensar en las consecuencias de sus actitudes o comportamientos antes de aplicar cualquier sanción o castigo.

viernes, 4 de marzo de 2011

Descubriendo los olores

         A partir de los 2 ó 3 años los niños van desarrollando los sentidos: gusto, tacto, vista, oído y olfato.
Es necesario ayudar a los niños a utilizar el olfato. Se pude enseñar a modo de juego en el que se relacione un olor con un alimento.

        Los padres o educadores pueden seleccionar varios alimentos que tenga un olor característico como pueden ser: cebollas, ajos, limones, especias, canela, chocolate, etc. El juego consistirá en colocar una parte o cantidad del alimento en unos recipientes de plástico y dejar que el niño huela con los ojos tapados con un pañuelo. Se dejará que el niño huela y que diga el alimento que cree que es. Después se dejará que pruebe el alimento para desarrollar el gusto, de esta manera aprenderá a relacionar mejor la percepción de los alimentos con sus sentidos.

         Esta actividad permite que el niño desarrolle, además del gusto, aspectos sensoriales, el uso del lenguaje (al nombrar los alimentos) y que fomente la memoria visual, relacionando el olor a una imagen (en este caso un alimento) visto anteriormente.

Estimulación de los bebés a través de la natación

       Es importante que los bebés  aprendan a nadar lo antes posible, ya que se adaptarán mejor a un medio líquido  al haber estado hace poco en el vientre materno flotando en el líquido amniótico.

La edad recomendada para iniciar la estimulación en el agua es entre los 6- 8 meses. Se trata de fomentar en el bébé el gusto por el agua y que adquieran plena confianza en este medio. 

Los padres son una pieza fundamental en el proceso de aprendizaje, ya que les transmiten confianza y tranquilidad y les ayudan a que se desenvuelvan mejor en el agua.

La natación tiene numerósos beneficios en el desarrollo del niño:

Desarrollo físico:
·        Utilizan la coordinación muscular.
·        Facilita el control postural y el equilibrio.
·         Conocimiento espacial.
·        Aumento de la capacidad del sistema respiratorio.
·        Desarrollan la fuerza.
·        Estimulación del apetito.
·        Relaja al bebé.

Desarrollo psicológico:
·        Sentimiento de independencia.
·        Desarrollo de la confianza en ellos mismos.
·        Mejora del carácter y del comportamiento.

Desarrollo Social:
·        Iniciación para socializarse con otros bebés.
·        Consolidación de los vínculos de afecto con los padres.
·        Fomento del juego compartido junto a otros bebés o niños/as.

Como trabajar el control de esfínteres

       El control de esfínteres es una etapa para los padres de cierta tensión, ya que muchos hijos tardan más de lo que ellos piensan en conseguirlo. 

       La mayoría de los niños consiguen controlar el pis entre los 2 y 3 años. El control nocturno suele producirse más tarde que el diurno (a partir de los 3 años, algunos pueden llegar hasta los 4-5 años), pero esto no quiere decir que no sea normal el que haya algún niño que lo logre antes y sobre todo, que tarde más tiempo.
       
  •   Es importante que los padres trabajen en casa este tema. A continuación, les ofrecemos algunas pautas:
  •   Sensibilizar al niño sobre el tema de control de esfínteres: enseñarle un orinal, para que sirve, etc. Se puede llevar su muñeco preferido o leerle algún cuento relacionado con el tema. Véanse algunos títulos como: Coco y Tula. Buenos hábitos: Mi patito del pipi, Ya he acabado, Un pis
  •   Ser pacientes, que no exista una carga emocional en los padres ni en los hijos.
  •  No comparar con otros niños o con sus hermanos.
  •  Tener una actitud positiva. En el caso de que se haga pis, mantener la calma y actuar con serenidad.
  •  Presentarle rutinas regulares: es aconsejable trabajar con un horario que se ajuste a las necesidades del niño, para que alcance el objetivo deseado.
  • Tenemos que tener en cuenta que los niños a estas edades presentan una atención algo dispersa, pueden atender a nuestras explicaciones sobre el orinal pero también a los dibujos animados que tanto le gustan.

Las rabietas de los niños

Las rabietas son comportamientos de cólera mediante los que el niño manifiesta su incapacidad para obtener algo que desea. 

Los padres no deben asustarse ni ceder  ante una rabieta. Deben saber que son conductas normales en el desarrollo del niño de 1-3 años y la tendencia es que desaparezcan estas conductas hacía los 4 años. Muchas veces los padres se desesperan y no saben cómo actuar. Algunos consejos son:

  • Intentar evitar situaciones frustrantes o que propicien la aparición de rabietas.
  • En determinadas ocasiones dejar elegir a los niños. Por ejemplo: ¿quieres ponerte el abrigo azul o el rojo?
  • Anticipar la respuesta ante una determinada acción en lugar de zanjar inmediatamente la acción que esté realizando en ese momento.
  • Tener en cuenta el temperamento o carácter del niño para limitar las frustraciones. No es lo mismo que el niño sea inquieto y necesite salir a la calle para correr, etc. que el niño tenga un carácter tranquilo y se entretenga jugando en casa.
  • Fijar unas normas o reglas coherentes y estables para que de esta manera el niño conozca sus límites y las normas en casa.

Por último, aclarar a los padres que no atender una rabieta no significa que se rechace al niño o no se le muestre amor, simplemente se trata de retirar la atención y ofrecerla cuando se comporte de manera adecuada. Poco a poco, y manteniendo esta actitud por parte de los padres, estos comportamientos desaparecerán.